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lunes, 20 de febrero de 2012

¡Cita a ciegas...?


¿Qué hacía allí encerrada en el armario ropero del salón de baile del Palacete Pagano…? El Poeta-su amor platónico, al que había conocido por internet y con el que llevaba años escribiéndose- la había citado en aquel lugar y tras leer la misiva-email y sin estar muy segura de si quería hacerlo o no por lo extraño que resultaba la propuesta…se encaminó con pasos inseguros hacía allá con su disfraz en una bolsa, en el servicio de unos grandes almacenes que estaban en el trayecto se cambió. Entró por la puerta lateral del Palacete como él le indicara y después de caminar unos treinta metros por un largo pasillo se encontró con una puerta que daba directamente al mencionado armario.



Estaba lleno de abrigos, capas y otras prendas de abrigo como bufandas, tocas, chales…, se colocó en un lateral y esperó confusa, y algo asustada a que el compositor apareciera y se diera a conocer.


Empezó a tener calor. El disfraz de dama del siglo XVIII a pesar de tener un generoso escote la estaba agobiando. Cogió una percha y colocó en ella su capa, dudando, porque si tenía que salir corriendo…


Se volvió a preguntar si el poeta la ponía a prueba, si cifraba su confianza en ella con esta especie de demostración de fe en él , no lo sabía pero de todas formas eran unas circunstancias que tal vez solo se podían dar en Carnaval, aún así…


Era la primera vez que visitaba el Palacete, no sabía dónde estaba el salón de baile, la música le llegaba nítida, valses, salsa, merengue, se sucedían uno tras otros. Pasaban los minutos. Por la hora que era pensó que todos los invitados habrían llegado ya por lo que algunos se marcharían más tarde…pero para entonces ella esperaba no seguir escondida.


De repente la puerta se abrió y cerró rápidamente, tan rápido que la oscuridad volvió a reinar en el habitáculo sin que le diera tiempo a ver quién era la persona que ahora lo compartía con ella.


Unos brazos poderosos se cerraron sobre su cintura, mientras unos labios ávidos la obligaban a besar de forma apasionada. Quiso gritar y ni un solo sonido salió de su garganta. Se preguntaba si el Poeta era tan vigoroso como para tenerla tan fuertemente impedida de hacer el mínimo movimiento. De repente la soltó y gracias a un mísero hilillo de luz que se colaba por las rendijas pudo ver que era un enmascarado que cubría su cabeza y cuyo disfraz era de un fraile franciscano.


-No tengas miedo, no voy a hacerte daño ni nada que tú no quieras.


La voz no le sonó muy extraña, pero… ¿Quién más sabía que ella estaba allí encerrada? ¿Acaso la había visto alguien llegar hasta el escondite?


Cerró los ojos aturdida y por un instante perdió la noción del tiempo, del lugar. Cuando los abrió vio que estaba sola y sin pensarlo dos veces salió del lado dónde la música era más fuerte. Era una antesala enorme llena de tapices y una larga alfombra que acababa ante las puertas acristaladas del esplendido salón dónde múltiples parejas bailaban. Dirigió sus pasos hacía allí y decida entró. Si el poeta no había aparecido en tanto tiempo era posible que pensara que ella se había cansado ya de esperar por lo que no iría al escondite sino al salón.


Paseó su mirada entre los asistentes y enseguida creyó ver al Poeta. Sería el que llevaba un hábito de fraile franciscano, aquel que le había gastado la pesada broma, por llamarlo de una manera suave. Se acercó a él en el momento en que éste cogía una copa de una bandeja que un elegante empleado ofrecía y se quedó de piedra a ver que la manga, al estirar el brazo, dejaba al descubierto cerca de su muñeca izquierda un lunar grande que desde su nacimiento formaba parte del físico de su marido.


¡Pero…si…a él no le gusta la poesía!- Fue el primer pensamiento que le vino a la memoria.


El segundo: Si quiere juego… ¡por mi encantada!


Y se llevó un dedo a la boca para obligarse a sí misma a callar lo que ya sabía.






Carol

8 comentarios:

Yeruti dijo...

que buenooo!! me encantó! a veces la vida nos sorprende no?... un beso

Mar dijo...

Tiene su aquel enfrentarse a una cita a ciegas aderezada de disfraces, como puntilla adicional :)

El resultado puede ser más que sorprendente!

Carol, me ha encantado esta historia que nos dejas.


Bss.

MARU dijo...

Hola, querida Carol. Aquí estoy de nuevo visitando a mis amigos... Encantada!!!!

Un cuento muy bonito, bien contado y con mucha imaginación... Precioso.

Mira, es una pena que no des rienda suelta todo ese potencial de escritora que tienes.
Acércate a mi blog. Verás que tengo anunciado para el jueves un cuento.çSomos un grupo de amigos que los jueves publicamos relatos partiendo de una palabra, una frase, una idea, una foto...
Esta semana lo coordino yo. Así que me encantaría que participaras.
Un besito, corazón.

Carol dijo...

Muy cierto yeruti, nos sorprende, da lecciones y nos deja claro que no podemos abarcar todo, casi siempre se nos escapa algo que un día, puede ser que más o menos lejanos, nos demos cuenta o tal vez nunca.

Un beso, gracias por venir.

Carol dijo...

Cierto Mar, la protagonista tiene un valor...que yo jamás tendría. No me gustan las citas a ciegas, es más jamás haría una y menos quedando en un armario ropero, pero se ve que tenía fe en el Poeta y él la pone a prueba,
porque si no es difícil de entender, con todos los lugares que existen para quedar.

El poeta jugaba con ventaja pero ya están en igualdad de condiciones y esto se pone interesante.

Gracias Mar, un beso para ti.

Carol dijo...

Mi querida, queridísima amiga Maru, esto sí que es una sorpresa agradable, te he echado mucho de menos, espero que ya estés bien del todo y como siempre dispuesta a deleitarno con tus historias y tu sin par simpatía.

Gracias por tus palabras.

Me pasaré por tu blog encantada para dejarte un saludo.


Muchas gracias por la invitación, no sé si me sientiré capaz de participar, veré si puedo porque
últimamente voy escasa de tiempo y casi no puedo mantener este blog, visitar a los amigos como desearía.

Un beso y un abrazo enorme.

lanochedemedianoche dijo...

Que bello relato, la vida nos sorprende y es así, todos deseamos alguna vez ser sorprendidos, gracias por tu visita que siempre me hace tanto bien.

Besos

Carol dijo...

Muchas gracias a ti querida María Rosario, me alegra que estés mejor y te sientas con ganas de seguir escribiendo poemas tan hermosos.

Te deseo todo lo mejor en en tu vida, que seas siempre feliz.

Un abrazo muy fuerte.