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viernes, 14 de octubre de 2011

Aniversarios en los que el alma duele




Fue un torrente de lágrimas

las que rodaron por mis mejillas

ante la impotencia infinita

a retenerte en esta orilla.

Sintiéndote muy querida y sin advertir

que pronto te irías alejando de mi lado

entre tú y yo- madre e hija-

nacieron nuevos e irrompibles lazos.

Hoy, tu recuerdo el corazón me oprime

y la pena que parece superada me embarga,

sé que aunque pase el tiempo

en cada nuevo aniversario todo se revive.

No sé si te veré algún día…

Si estarás en la otra orilla cuando yo me vaya,

sólo sé que mereció la pena nacer para conocerte,

para sentir el amor tan grande que me diste.

 
Carol