Seguidores

lunes, 11 de enero de 2010

Entre el Cielo y el Mar


Existieron lugares, momentos,
experiencias maravillosas
en la vida de cada uno
que nunca volverán.
Solo viven en nuestros recuerdos
y en alguna fotografía antigua o reciente,
aún es tiempo de disfrutar el presente
del que, ¿cuánto durará?, no sabemos;
eligiendo de él lo positivo para valorar,
para que así en el futuro siempre
al mirar atrás,
podamos hacerlo con la satisfacción
de que hicimos todo lo mejor en cada momento
para ser y hacer felices a los demás,
o al menos esa fue nuestra buena intención.

Carol

miércoles, 6 de enero de 2010

Día de Reyes...punto final.




El día camina lento hacia su final. Ha sido un día intenso lleno de emociones de sueños cumplidos de esperanzas en que tal vez el año que viene los Reyes Magos acierten plenamente con ese regalo que tanto deseo pero que se queda un año tras otro olvidado entre las numerosas peticiones que hacemos a los Magos.




A cambio me llevé una sorpresa que ni imaginar podía.





A punto de pasar otra hoja al calendario recién estrenado tengo la satisfacción de haber cumplido con la promesa que me hice a mi misma y conseguir ser feliz en estas fechas a pesar de que había negros nubarrones amenazando con aguar la fiesta. Con todo el ánimo del mundo he espantado pensamientos oscuros; he mirado hacia delante tal vez huyendo en algunas situaciones, pero ¿qué podía hacer yo?, no tengo una varita mágica para poderlas cambiar a mi antojo y las situaciones son como son, a veces sin vuelta de hoja, sin dejarnos mirar hacia atrás porque ya el pasado no puede cambiarse, no tenemos poder absoluto sobre el presente ni las personas y el futuro depende…de todos.





Mañana quitaré los adornos de las fiestas y empezaré a pensar en descansar de tanto jolgorio, comilonas, compras, que una vez pasadas espero no se me vuelvan un poco absurdas y solo me quede la satisfacción de haber hecho feliz a mi familia.






Ayer en la Cabalgata de Reyes recuperé a la niña que vive en mí y creí muerta por un tiempo, y es que cuando vi al Rey Melchor me volví a emocionar con la misma emoción que sentía cuando era niña y mis padres me llevaban a ver a SS.MM., yo misma me sorprendí al ver como perdura en mí la ilusión por esa noche tan mágica y como me gusta hacer de paje y ayudar a preparar los regalos que recibirán mis seres queridos, espero no perderla nunca.






Y ahora poco a poco haremos "camino al andar", que no nos falte salud, todo lo demás lo pondremos nosotros: el amor, por supuesto. ¿El dinero?, ¡uf!, ya veremos…,tengo ahora mismo el bolsillo bastante vacio.

Con estas sencillas palabras paso página.



¡Bienvenido 2010!






Carol