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jueves, 28 de julio de 2011

Ven esta noche


Ven esta noche, si quieres…

Nos sentaremos juntos

frente al ventanal a contemplar estrellas

en esta noche azul de verano extraño

frio y amargo lleno de penas.

Siempre es más importante estar acompañados

que vivir la soledad con falsa libertad plena,

coger una mano amiga que nos dé ánimos

y sentir en el hombro el peso de su cabeza.

En este momento en que las nubes dejaron de abrigarnos

podremos comprobar que hay nuevas estrellas,

brillando y tal vez enviándonos mensajes

en ese cielo tan lejano, que nos acerca.

Amigo, ven, que necesito tu amistad y afecto,

tu mirada con la mía en la misma dirección

ese abrazo cálido que saben dar tus brazos

y esas palabras, siempre hermosas, que salen de tu corazón.

Carol



miércoles, 13 de julio de 2011

Para ti...


Tenían eco tus palabras…

No se las llevaba el viento,

quedaban flotando en el aire

como un perfume o un arpegio.

Caminando despacio vienes

la puerta entreabierta tengo

te espero a todas horas

días, meses, años enteros.

Lo nuestro fue lo más grande

que ocurrió bajo el cielo,

la historia lo reconocerá

nos lo deben los ajenos.

A este sentimiento nuestro

quisieron matarlo, nada más nacer,

mas crecía sano y fuerte

nadie lo pudo vencer.

Menos aún aquellos

que practican otro querer:

Cuando el amor es interés,

el matrimonio… un contrato,

la verdad mil mentiras encadenadas,

la amistad un fracaso

y olvidan que cómo obra de Dios

debemos aspirar a lo más alto

en cuanto a nobleza y honestidad

para ser dignos humanos.



Carol



lunes, 4 de julio de 2011

No dejes para mañana...

Se presentó de pronto, sin avisar…

Ella en aquel momento estaba impresentable(?),

le dijo a través de la puerta que enseguida salía

mas se entretuvo buscando la ropa ideal.

Cuando salió se encontró la silla vacía.

Un ramo encima de ella, prueba fehaciente de su visita.

Su madre le dijo que había ido a hacer algo pendiente.

Lo esperó toda la tarde como si fuese a aparecer en un instante,

 el maquillaje se ajó, las piernas se le durmieron, se le arrugó el traje.

Un timbrazo en la puerta anunció su llegada,

abrió la puerta con toda la prisa del mundo por volver a verle.

No era él sino su hermana hundida en lágrimas.

Él había tenido un accidente en la curva del molino,

se salió de la carretera y rodó hasta el mar…

El acantilado es alto y rocoso en este tramo del camino.


Se pregunta por qué la vida nos da lecciones tan duras,

para bien o para mal.



Carol