Cierras tus brazos entorno a mí
me besas en los labios
borras la pena
que a mi alma anega.
Te vas tan lejos…
La distancia entre tú y yo será eterna
si se rompe el sutil lazo,
aunque tú no lo quisieras,
que nos une.
Mas en mi corazón
seguirías anclado día tras día.
La esperanza, mi íntima amiga,
sería con la Luna y el mar consuelo a mi dolor.
Carol
me besas en los labios
borras la pena
que a mi alma anega.
Te vas tan lejos…
La distancia entre tú y yo será eterna
si se rompe el sutil lazo,
aunque tú no lo quisieras,
que nos une.
Mas en mi corazón
seguirías anclado día tras día.
La esperanza, mi íntima amiga,
sería con la Luna y el mar consuelo a mi dolor.
Carol
4 comentarios:
Ayyyyyyyyy la espera!...qué larga e insoportable llega a ser cuando se nos va lejos la persona amada!
un abrazo...
P.d
y más aún si como yo, se es por naturaleza impaciente!
Si realmente pdieramos corporizar en el corazón ese ser amado.... sentir su presencia sin necesidad de los sentidos, percibirlo sin verlo... Quizá se pueda, quizás...per cuesta tanto!!!
Siempre están las palabras de tus amigos para brindarte apoyo y compañía en esa espera.
Un abrazote bien cariñoso.
Cierto Mónica, yo lo sé muy bien, me tocó esperar dos años y algunos meses, y aunque tengo mucha paciencia, presentía que se me acaba de un momento a otro.
Un fuerte abrazo.
Llega un momento que quieres dejarlo por no sufrir más la ausencia. Es un estado en el que te quedas cuando un ser amado se marcha de tu lado porque no tiene más remedio...aún así se teme perderlo para siempre.
En mi caso volvió Cas y me llevó a su lado, mereció la pena esperarle, cuando escribí esta poesía no lo tenía todo seguro. La vida y sus circunstancias nos puede llevar por otros caminos aunque sea a rastras.
Gracias por tu amistad, es un tesoro de una persona encantadora.
Un fuerte abrazo.
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